Tipos de vallado para mejorar la seguridad en obras: comparativa técnica

Tabla de Contenidos

  1. ¿Por qué es tan importante el vallado en una obra seguro?
  2. Tipos de vallado para obras: comparativa técnica
  3. Consejos para elegir el vallado adecuado
  4. Las conclusiones

Si alguna vez has pasado por delante de una obra, habrás visto que rara vez están al descubierto. Normalmente, lo primero que encontramos es un perímetro bien delimitado por algún tipo de vallado. Y no es casualidad. Los vallados en obras no son solo un requisito legal, sino una pieza clave para mantener la seguridad de los trabajadores, proteger a los peatones y, de paso, evitar que curiosos se acerquen demasiado.

Ahora bien, ¿qué tipos de vallado mejoran la seguridad de la obra?, ¿cuál conviene más según el tipo de obra?, ¿y qué diferencias técnicas hay entre ellos? Vamos a repasar las opciones más comunes, compararlas y descubrir cuál puede ser la mejor elección en cada uno de los casos.

¿Por qué es tan importante el vallado en una obra seguro?

En cualquier obra, grande o pequeña, hay tres prioridades que nunca cambian: proteger, ordenar y prevenir. Y el vallado cumple con estas tres funciones de forma sencilla pero muy eficaz.

  • Protección de terceros: evita que peatones o vehículos accedan a zonas peligrosas. Y también proteger la obra de posibles actos vandálicos o robos.
  • Seguridad interna: delimita los espacios de trabajo, impidiendo el paso a áreas con maquinaria o riesgo de caída.
  • Cumplimiento legal: en España, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/1995) y normativas como el Real Decreto 1627/1997 obligan a garantizar medidas de seguridad colectivas, entre las que se incluyen vallados y cerramientos.

En definitiva, una obra sin vallado o con un vallado no adecuado es un foco de riesgos. Y aquí es donde entran los diferentes tipos de cerramiento que vamos a analizar.

Tipos de vallado para obras: comparativa técnica

A continuación, repasamos los vallados más utilizados en obras, sus características técnicas y en qué situaciones conviene cada uno.

Vallado metálico de malla simple o electro-soldada

Valla móvil electro soldada para obras.

Son las vallas más comunes en obras urbanas y proyectos de mediana envergadura. Están fabricadas con paneles de acero galvanizado que pueden fijarse al suelo o colocarse sobre bases de hormigón.

Características técnicas:

  • Altura habitual: entre 2 y 2,5 metros.
  • Material: acero galvanizado, resistente a la corrosión.
  • Instalación: rápida, modular y reutilizable.
  • Visibilidad: permiten ver el interior de la obra.

Ventajas: Entre ellas podemos encontrar que son, vallados resistentes y duraderos, se pueden cubrir con lonas para ganar privacidad y son fáciles de desmontar y reutilizar.

Inconvenientes: Son menos estéticas en entornos urbanos si no se cubren con una lona y pueden ser escaladas si no tienen protección superior.

Vallado peatonal o barandillas metálicas

Perfectas para controlar accesos y flujos de personas, más que para cerrar una obra en sí.

Características técnicas:

  • Altura: entre 1 y 1,2 metros.
  • Material: tubos metálicos ligeros.
  • Portátiles y apilables.

Las ventajas: Ligeras y fáciles de mover, económicas y reutilizables, ideales para delimitar accesos temporales.

Los inconvenientes: No ofrecen protección contra intrusiones y son fáciles de robar o de vandalizar, presentan una menor resistencia a empujones fuertes.

Vallado con paneles opacos (chapas metálicas lisas o trapezoidales)

Muy usados en grandes proyectos urbanos donde se busca ocultar la obra por completo y reducir el impacto visual.

Características técnicas:

  • Material: chapa de acero liso o panel metálico trapezoidal
  • Altura: entre 2 y 3 metros.
  • Permiten integrar publicidad o carteles informativos, principalmente las chapas lisas.

Vallado de seguridad, chapa metálica trapezoidal.

Ventajas: Ocultan totalmente la obra, mejorando la estética, Más difíciles de escalar que las vallas abiertas (sobre todo los vallados de chapa metálica lisa, ya que no tienen espacios donde agarrase con facilidad) y tienen alta resistencia frente a impactos.

Inconvenientes: Costes del vallado e instalación más altos, cerramientos más pesados que otros sistemas y son vallados de obra que requieren mayor tiempo de montaje y desmontaje.

Vallas tipo New Jersey (plástico u hormigón)

Se usan principalmente para separar zonas de tráfico o delimitar obras en carreteras y autopistas. Indicadas para obras de muy corta duración y que no impliquen mucho riesgo para la seguridad de los viandantes ni de los trabajadores.

Características técnicas:

  • Material: plástico rellenable de agua o arena, o directamente hormigón.
  • Altura: entre 80 cm y 1 metro.
  • Muy estables frente a impactos.

Ventajas: Ideales para controlar vehículos y peatones, resistentes y muy visibles (colores rojos y blancos) y las de hormigón se pueden pintar con facilidad, son modulares y fáciles de unir entre sí.

Los principales inconvenientes: No son vallas muy altas, por lo que no evitan accesos por acciones vandálicas, son pesadas si son de hormigón, requieren maquinaria para moverlas.

Vallas anti-escaladas o antivandálicas

Diseñadas especialmente para evitar intrusiones, muy usadas en proyectos sensibles o con materiales de alto valor. Suelen colocarse en obras de muy larga duración y que necesitan un muy alto nivel de seguridad.

Características técnicas:

  • Altura: 2,5 a 3 metros.
  • Diseño con pliegues o puntas superiores.
  • Material reforzado y difícil de cortar.

Sus ventajas más destacadas: Presentan la máxima seguridad frente a robos o vandalismo, se trata de vallados y cerramientos muy resistentes y duraderas, se pueden combinar con cámaras o sensores.

Los inconvenientes que presenta: Coste más elevado, menos necesarias en obras de corta duración o bajo riesgo.

Consejos para elegir el vallado adecuado

No hay una respuesta única, todo depende del tipo de obra. Aquí van algunos consejos prácticos:

Vallados de Cemento en obras

  • Cumple la normativa: no olvides que los vallados deben ajustarse a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y ordenanzas locales.
  • Evalúa el entorno: ¿está en plena ciudad, en una carretera o en un polígono industrial?
  • Define la prioridad: ¿buscas más seguridad, estética o simplemente delimitar espacio?
  • Piensa en la duración: para obras cortas conviene un vallado modular y fácil de mover; para proyectos largos, uno más resistente.
  • Combina sistemas: muchas veces la mejor opción es usar diferentes vallados según la zona (ej. New Jersey para el tráfico y metálicos con lona para el perímetro).

Las conclusiones

Los vallados para mejorar la seguridad en obras son mucho más que un requisito legal: son la primera barrera contra accidentes, robos o accesos indebidos. Desde las ligeras vallas peatonales hasta los robustos cerramientos de chapa metálica lisa, cada sistema tiene sus pros, sus contras y su uso ideal.

La clave está en analizar cada proyecto de forma individual y combinar soluciones que garanticen seguridad, cumplimiento normativo y, por qué no, también una buena imagen hacia el entorno. Porque al final, una obra bien vallada no solo protege… también transmite profesionalidad.

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