Si estás en proceso de planificar una obra, seguro que te estás enfrentado a la difícil tarea de elegir el cerramiento exterior perfecto para tu obra. Aunque puede parecer algo simple, la decisión correcta puede ahorrarte muchas preocupaciones, dinero y más de un dolor de cabeza. Como ya hemos hablado en artículos anteriores, los cerramientos exteriores de obra no solo delimitan el espacio o garantizan seguridad, también pueden aportar estética y branding a tu proyecto. Pero, ¿qué tipos existen y cómo saber cuál es la mejor para ti? ¡Vamos a despejar todas tus dudas!
¿Qué son los cerramientos exteriores de obra y por qué son tan importantes?
Un cerramiento exterior no es solo una barrera que rodea tu construcción; es tu primera línea de defensa contra intrusos, accidentes e incluso las inclemencias del tiempo. Además, aportan privacidad y pueden mejorar la apariencia general de tu proyecto, especialmente si eliges el tipo adecuado.
No importa si estás construyendo una casa, una fábrica o haciendo una remodelación: el cerramiento correcto será clave para que la obra se desarrolle sin contratiempos y, además, tenga un aspecto profesional.
Tipos de cerramientos exteriores de obra
Existen diversas opciones de cerramientos, cada una con características y ventajas diferentes. Los vallados de obra se podrían, principalmente, en dos tipos: Vallas peatonales y cerramientos de obra, que este último se divide en opacos y los que permiten visibilidad. Aquí te presentamos las principales características:
Vallados peatonales:
Este tipo de vallados suelen caracterizarse por su fácil instalación, mayor movilidad y suelen estar dedicadas a la división del tráfico peatonal e incluso de los vehículos; las vallas más comunes y utilizadas en obras son las siguientes:
Vallas tipo ayuntamiento: Nos referimos a las típicas vallas amarillas que puedes encontrarte en cualquier calle de tu ciudad y que pueden ser tanto metálicas como de plástico.
Ventajas: Colocación sencilla en el lugar de la obra, transporte fácil, ideales para la canalización de los peatones y del tráfico de vehículos, perfectas para trabajos pequeños y temporales, económicas.
Desventajas: Aportan poca seguridad a las obras de mayor magnitud y larga duración, no son muy resistentes ante inclemencias climáticas.
Barreras viales New Jersey: Estas barreras suelen ser de no gran altura, dedicadas a la señalización y canalización del tráfico rodante.
Ventajas: Fácil transporte e instalación, rellenables de agua y arena para mayor estabilidad y resistencia, capacidad de absorber impactos y gran visibilidad gracias a su combinación de colores de alto contraste (blanco y rojo).
Desventajas: Poca privacidad y protección contra personas ajenas a la obra.
Barreras de hormigón: Este tipo de barrera es muy similar en tamaño y uso a las barreras New Jersey, pero en este caso fabricadas en hormigón, estas son sus ventajas y desventajas:
Ventajas: Dificulta el robo o modificación de estas mismas gracias a su gran peso, aporta protección de los trabajadores contra los vehículos que circulan cerca de la obra, opción más permanente que las anteriormente mencionadas vallas y barreras.
Desventajas: Difícil instalación y movilidad, poca privacidad y protección contra personas ajenas a la obra y no se adaptan fácilmente si el terreno es irregular.
Vallados exteriores de obra:
¡Un clásico que no pasa de moda! Estas vallas son de lo más versátil y se pueden ajustar a diferentes necesidades, encontramos desde simples mallas metálicas hasta paneles más robustos de acero. Y dependiendo de la visibilidad que aporten pueden ser de dos tipos, los que permiten la visibilidad de la obra y los vallados opacos.
Los que permiten la visibilidad: En este caso hablamos de vallas metálicas simples o galvanizadas, la cuales permiten la visibilidad de la obra desde el exterior.
Ventajas: Fácil ensamblaje y transporte, posibilidad de reutilización, capacidad de añadirle una lona publicitaria, perfectas para trabajos de media duración.
Desventajas: Poca protección y resistencia contra las inclemencias climáticas, poca privacidad y mala protección contra el polvo y elementos que se pueden desprender al realizar la obra.
Las vallas más comunes que se pueden encontrar en esta categoría son: la valla móvil de obra (con galvanizado o sin) y la malla de simple torsión, la cual requiere un poco más de trabajo para instalar, pero da una mayor resistencia climática. Aunque ambas aportan poca privacidad.
Vallados opacos: Si buscas eficiencia y seguridad, en esta categoría puedes encontrar los cerramientos exteriores de obra para proyectos de más larga duración y que requieren mayor privacidad.
Cerramiento de chapa metálica grecada: Caracterizado por su fácil instalación, su gran resistencia contra las condiciones climáticas, por su privacidad (no permite ver el interior de la obra) y su capacidad de protección contra personas ajenas a la obra, y, por último, dotado de un mayor aislamiento contra el polvo y elementos que se pueden desprender durante el trabajo.
Cerramiento de chapa metálica lisa o tipo sándwich: Este estilo de vallado tiene todas las características que se pueden encontrar en las grecadas y son ideales para la incorporación de vinilos publicitarios y otros elementos y acciones de branding.
Cercados de madera: ¿Buscas algo con un toque natural? Los cercados de madera son muy populares en espacios donde la estética y la sostenibilidad es importante. Renovable si es de fuentes certificadas, Fácil instalación, manipulación y personalización(perfecto para branding). Algunos contras son: La madera se puede deteriorar por culpa de la humedad o los insectos (termitas), es un elemento inflamable, lo que puede representar un riesgo en obras donde se manejen herramientas o materiales que generen chispas o calor.
Conclusión
Elegir el cerramiento perfecto para tu obra es una decisión estratégica que afecta tanto la seguridad como el desarrollo eficiente del proyecto. Desde vallados provisionales hasta cerramientos permanentes, cada opción tiene sus pros y contras según el tipo de obra y tus necesidades específicas.
No olvides evaluar factores como la duración del proyecto, las condiciones climáticas y el nivel de privacidad requerido. Recuerda que un cerramiento no solo delimita tu obra, sino que también protege a tus trabajadores, refuerza la seguridad y puede ser una herramienta para mejorar la estética o incluso promocionar tu marca.
Tómate el tiempo para analizar todas las opciones y elegir la que mejor se adapte a tus prioridades.
Si quieres conocer nuestro trabajo en cerramientos de obra o si necesitas asesoramiento sobre cuál de nuestros vallados encaja más a tus necesidades, no dudes en contactarnos.
¡Una buena elección hoy puede ahorrarte problemas mañana!
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