Los cerramientos de obra tienen un impacto crítico no solo en la seguridad y contención de un sitio de construcción, sino también en su estética y función de larga duración. La estética de los cerramientos en el contexto urbano o comercial es fundamental para garantizar que el proyecto se integre armoniosamente en el paisaje circundante y se ajuste a las expectativas visuales de la comunidad. También se puede aumentar la percepción del valor de la propiedad y mejorar la imagen del proyecto. En este artículo vamos a ver qué tipos de cerramientos se suelen utilizar y cuáles son sus principales beneficios.
Por un lado, encontramos los vallados perimetrales temporales, los cuales son necesarios durante la fase de construcción para garantizar la seguridad del sitio y evitar la entrada no autorizada, y para proteger a los trabajadores y al público. Los ejemplos incluyen vallas de plástico o alambradas, más ligeras y fáciles de instalar, o alambre con refuerzo, más resistente y duradero.
Por otra parte, los cerramientos perimetrales permanentes o semipermanentes, como muros de mampostería, vallas de cristal o paneles prefabricados, deben seleccionarse considerando múltiples factores. La durabilidad del material elegido y su capacidad para integrarse con el diseño arquitectónico del proyecto son importantes.
La elección adecuada y la planificación del vallado perimetral tienen un impacto en la organización y la eficiencia del proyecto de construcción. El uso de vallas divide claramente las áreas de trabajo, almacenamiento y tráfico, haciendo que el proyecto sea logísticamente más simple y un lugar de trabajo mucho más ordenado y seguro. Los vallados perimetrales de obra mejoran todas las áreas de un proyecto, desde la organización hasta el éxito y el atractivo. Estos son los beneficios más comunes al instalar un cercado perimetral:
Un factor a favor de los cerramientos permanentes es la protección contra el clima. En áreas con clima adverso, actúan como barreras contra el viento, la lluvia y otros elementos, evitando retrasos en los proyectos. Esto es especialmente importante en áreas donde el clima puede ser impredecible y afectar el progreso del proyecto. Además, en zonas urbanas, estos vallados perimetrales ayudan a reducir la contaminación acústica y la dispersión de polvo, lo cual es un beneficio tanto para los trabajadores como para la comunidad local.
Cuando se hace de acuerdo con las reglas y el lugar, un cercado puede hacerse estéticamente agradable y mejorar la percepción pública, agregando valor a la propiedad circundante. En un entorno urbano, donde la apariencia de los edificios y las estructuras tiene un impacto directo en la percepción pública, los cerramientos permanentes pueden integrarse de manera armoniosa con el entorno. Un diseño cuidadoso y una elección adecuada de materiales pueden hacer que un cerramiento no solo sea funcional, sino también visualmente atractivo, mejorando la percepción del proyecto y aumentando el valor de las propiedades circundantes.
La implementación de cerramientos en una obra no solo debe verse desde la perspectiva de la funcionalidad, sino también de cómo pueden influir en la eficiencia del proyecto. Por ejemplo, los vallados perimetrales bien planificados pueden mejorar la logística del sitio, permitiendo un flujo de trabajo más fluido. Al delimitar áreas específicas para almacenamiento de materiales, zonas de trabajo y áreas de tránsito, se minimizan los riesgos de accidentes y se optimiza el uso del espacio. Esto se traduce en una obra más ordenada y eficiente, lo cual es determinante para cumplir con los plazos establecidos.
La seguridad es otro aspecto vital que no debe subestimarse. Los cerramientos impiden el acceso no autorizado, reduciendo el riesgo de robos y actos de vandalismo. En un entorno de construcción, donde hay maquinaria pesada y materiales de alto valor, la seguridad es primordial. Los vallados perimetrales actúan como una primera línea de defensa, protegiendo tanto los activos de la empresa constructora como la seguridad de los transeúntes.
En términos de sostenibilidad, los vallados perimetrales también pueden jugar un papel importante. Al optar por materiales reciclables o reutilizables, se puede minimizar el impacto ambiental del proyecto. Además, ciertos cerramientos pueden diseñarse para ser desmontados y reutilizados en futuras obras, lo que no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino también para la economía del proyecto.
Finalmente, es fundamental considerar las normativas y regulaciones locales al planificar e implementar cerramientos de obra. Cumplir con estas normativas no solo asegura que el proyecto se desarrolle sin contratiempos legales, sino que también garantiza la seguridad y el bienestar de todos los involucrados. Las regulaciones pueden variar según la ubicación y el tipo de proyecto, por lo que es primordial realizar una evaluación exhaustiva y obtener los permisos necesarios antes de iniciar cualquier obra.
En resumen, los vallados perimetrales de obra son una parte integral de cualquier proyecto de construcción, ofreciendo múltiples beneficios que van desde la seguridad y la organización hasta la protección contra el clima y la mejora estética. La elección del tipo de cerramiento debe basarse en una evaluación cuidadosa de las necesidades del proyecto, considerando factores como la duración, el presupuesto y las normativas locales. Implementar cerramientos adecuados no solo asegura un entorno de trabajo seguro y eficiente, sino que también puede contribuir significativamente al éxito y atractivo del proyecto en su conjunto.
Por todo esto y mucho más es importante rodearse de expertos y considerar todos estos factores antes de decidir qué cerramientos de obra deberíamos elegir para nuestro proyecto. Si tienes algún ejemplo o nos puedes explicar tu caso, nos encantará oírlo. Nos leemos en próximos artículos.