Organizar un evento —grande o pequeño— es mucho más que montar escenarios, contratar artistas o enviar invitaciones. También requiere una planificación milimétrica de los espacios: dónde entrará el público, cómo se evitarán aglomeraciones, qué zonas hay que proteger y cuáles deben permanecer accesibles. Aquí es donde entran en juego los vallados para eventos, esos sistemas que delimitan, ordenan y garantizan la seguridad.
En este artículo exploramos las normativas clave que regulan el uso de vallados en eventos, con especial foco en ciudades como Barcelona y Madrid, y abordamos también los aspectos legales generales que afectan a toda España. Porque no todo vale: hay que cumplir con requisitos técnicos, administrativos y de seguridad para evitar problemas y garantizar que todo funcione como un reloj.
A nivel nacional, cualquier estructura o instalación temporal en eventos públicos debe cumplir una serie de normativas generales. En particular, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/1995) es fundamental para garantizar la seguridad de trabajadores y asistentes.
En ella, junto con normativas complementarias como el Reglamento General de Circulación, se recogen aspectos clave que también afectan directamente al uso de vallas. Por ejemplo:
Todo esto aplica no solo a la gestión de grandes festivales y conciertos, sino también a competiciones deportivas y otros tipos de eventos, especialmente cuando se utilizan vallados como separación de espacios, rutas de evacuación o delimitación de zonas restringidas.
Además, todos los eventos públicos deben contar con la autorización municipal (licencia o comunicación previa), seguro de responsabilidad civil y un plan de seguridad que integre el uso de estos elementos de forma lógica y legal.
En la ciudad de Barcelona, cualquier evento público está sujeto a la ordenanza municipal de los usos del paisaje urbano de la ciudad de Barcelona, tanto si los vallados contienen mensajes promocionales o imagen de marca como si no contienen.
En resumen, en Barcelona no solo se exige que los vallados sean seguros, sino también que estén integrados con la ciudad desde un punto de vista estético, funcional y normativo.
Madrid cuenta con una regulación muy específica sobre publicidad exterior y ocupación de espacio público. Además, se aplican los requisitos de la Normativa de Espectáculos y su normativa complementaria.
Toda instalación temporal, incluyendo vallados, requiere licencia municipal específica gestionada ante el Ayuntamiento de Madrid.
En Madrid, la normativa está especialmente pensada para equilibrar el uso del espacio público con el respeto a la movilidad, la seguridad ciudadana y la estética urbana.
Más allá de cumplir con las ordenanzas locales, hay algunas cuestiones que debes valorar si vas a utilizar vallados para eventos:
Los vallados para eventos no son un simple accesorio: son una herramienta clave para la seguridad, la organización y la experiencia de los asistentes. Desde delimitar zonas y evitar aglomeraciones hasta proteger áreas técnicas y mostrar información útil, su función es mucho más amplia de lo que parece a primera vista.
Como hemos visto, tanto la normativa general española como las ordenanzas específicas de ciudades como Barcelona y Madrid establecen criterios rigurosos sobre su uso, instalación y función. Desde la elección del tipo de valla hasta su integración estética y legal en el espacio público, cada decisión debe tomarse con planificación y conocimiento normativo.
Así que, si estás planificando un evento, no dejes este tema para el final. Asesórate, elige bien el tipo de vallado y gestiona los permisos con antelación. Te ahorrarás quebraderos de cabeza… y ganarás en tranquilidad.